El evangelista Glenn Parada se embarca en un renacimiento: de director general a líder humanitario y ministerial a tiempo completo
“No me avergüenzo del Evangelio de Jesucristo”, dijo Parada

Glenn Parada, ha construido un imperio en el mundo empresarial hipotecario; sin embargo, para Parada es más importante su dedicación al evangelio y a llevar el mensaje de Dios a los necesitados.
Parada ha entrado en un nuevo capítulo de su vida, pasando de ser un exitoso director general y hombre de negocios a dedicarse plenamente a los esfuerzos humanitarios y al ministerio. Con una vocación de servicio, Parada se ha asociado con John Rourke, fundador de Make America Clean Again (MACA), como portavoz nacional, añadiendo a la iniciativa una misión impulsada por la fe. Habiendo servido con MACA durante más de tres años, está llevando esperanza, restauración y el mensaje de Dios a las crisis más apremiantes de la nación.
“Hemos visitado de primera mano la frontera de México con Estados Unidos y hemos podido palpar lo que está sucediendo,” dijo Parada.
Tras emigrar a Estados Unidos, Parada sirvió honorablemente en el ejército estadounidense y más tarde se labró una exitosa carrera en el sector financiero, con más de 20 años de experiencia en finanzas. También ha pasado más de una década en el ámbito político, abogando por políticas acordes con su fe y sus valores. Sin embargo, su verdadera vocación siempre ha sido servir a los demás a través del poder de la fe.
Parada trabajando con MACA lo llevó a la primera línea de los esfuerzos nacionales de limpieza, desde la frontera entre Estados Unidos y México hasta las zonas afectadas por catástrofes como los incendios forestales de California. No sólo lleva ayuda humanitaria, sino que también ofrece orientación espiritual a los necesitados.
“Una de sus iniciativas más impactantes ha sido recopilar y compartir información sobre niños desaparecidos, utilizando las redes sociales para concienciar y reunir a las familias”, dijo Parada.
Parada pronto se embarcará en una misión a la Bahía de Guantánamo (GITMO) con MACA, como parte de su compromiso con el ministerio, allí ampliará su labor evangelizadora ministrando a los presos, compartiendo un mensaje de esperanza, redención y transformación. Sus esfuerzos se basan en la creencia de que ningún alma está fuera del alcance de Dios.
Parada nació en El Salvador, en medio de una guerra civil, hijo de un misionero y de una familia de panaderos, sus primeros años estuvieron marcados por las dificultades y la perseverancia.
Además de sus misiones en Estados Unidos, Parada regresó a su país natal El Salvador, para una iniciativa especial: la Gala Noche de Esperanza en El Salvador. Este evento recaudó fondos cruciales para Glenn Parada Ministries, que se dedica a ayudar a las iglesias, exponer y combatir el tráfico de personas y proporcionar recursos vitales a los niños necesitados. Su alcance se extiende más allá de América, llegando a comunidades internacionales necesitadas de apoyo espiritual y material. Su misión no es solo difundir el Evangelio, sino también emprender acciones tangibles para elevar a las comunidades y proteger a los más vulnerables.
“Esto es más que una transición, es un renacimiento”, afirma Glenn Parada. “Dios ha puesto una llamada en mi vida para llevar la luz a los lugares más oscuros, luchar por los perdidos y servir con todo mi corazón. Ya sea a través de la ayuda en caso de catástrofe, la defensa de los niños desaparecidos o el ministerio a los presos, estoy comprometido a hacer un impacto para el Reino. Doy toda la gloria a Dios”.
Con una misión renovada, Parada ha adoptado su nuevo lema: “No me avergüenzo del Evangelio de Jesucristo”. A través de su incansable trabajo, sigue demostrando que el sueño americano no consiste solo en el éxito personal, sino en utilizar las propias bendiciones para servir a los demás. Mientras se embarca en este viaje, invita a iglesias, líderes y personas a unirse a él para difundir la fe, la esperanza y la transformación en todo el mundo.