El presidente Joe Biden no quiere ir a la frontera, porque no quiere escuchar a los agentes de la Patrulla Fronterizo, ni a los expertos que le dicen que su estrategia no está funcionando.
El pueblo pide un cambio en la manera en que se está manejando el problema de la frontera y esas son conversaciones difíciles, en la misma Casa Blanca, mantienen al presidente alejado del problema , o sea, ni siguiera tocan el tema, según dice, Chad Wolf, presidente de seguridad nacional e inmigración del Instituto de América Primero.
La crisis en la frontera es un resultado directo de las acciones ejecutivas de la administración del presidente Biden, que ha socavado la seguridad nacional, alentando la inmigración ilegal, desatando la peor crisis fronteriza de los Estados Unido, de los últimos años.
En poco más de dos años y medio, la política de Biden, ha permitido que 7,2 millones de inmigrantes ilegales entren a Estados Unidos, según el CBP comparando con solo 2,2 millones durante los cuatro años de gobierno de la administración Trump.
Solamente en agosto 2023 CBP reportó que entraron a Estados Unidos, 304,000 inmigrantes ilegales, la cifra más alta registrada en un mes, que representa un aumento de un 400% con respecto la misma cifra de agosto 2020 durante el gobierno de Trump.
En el año fiscal 2023 al menos 151 personas en la lista de observación de terroristas fueron detenidos tratando de entrar a Estados Unidos, la solución de una amnistía masiva sin énfasis en la seguridad fronteriza por la administración Biden, solo empeorará esta crisis.
El resultado catastrófico de esta política migratoria de fronteras abierta, lo podemos ver, en los estados con ciudades santuarios, donde la situación se ha tornado intolerables, la gente durmiendo en las calles, los gobiernos locales, pidiendo ayuda al gobierno federal, porque no pueden afrontar los costos que se han creado con esta inmigración masiva.
No estoy en contra de la inmigración, pero estoy en contra del abuso que se está cometiendo con las personas, con los niños, con las mujeres que vienen en busca del sueño americano y lo que encuentran es la pesadilla americana.
La inmigración debe ser ordenada, debe haber un proceso legal, que garantice que el inmigrante, pueda tener un futuro en el país y no se una carga. El que viene en busca de una mejor vida, viene a trabajar, pero en la economía que el país está ofreciendo hoy no día no pueden hacerlo.
Para llegar a realizar una reforma migratoria será necesario primero asegurar las fronteras, y tener una inmigración ordenada. De los contrario seguiremos en un caos.