Es increíble que confundan mis publicaciones en mi página personal de Facebook con mi trabajo periodístico. Al parecer un miembro del partido demócrata, el cual no está de acuerdo con un tema publicado en mi página personal, se han dado a la tarea de montar una campaña de insultos y difamación.
Dicen defender la democracia, pero arremeten con todo el que no piense como ellos al punto de poner en tela de juicio mis credenciales como periodista y mi capacidad de desempeñarme de manera independiente al momento de ejercer mi profesión.
No es la primera vez que me atacan de esa forma y siempre he podido defenderme con la verdad.
Al señalar públicamente a una persona como descarada, racista, ultraconservadora, radical, de dividir a la comunidad y otra serie de adjetivos propios de un lenguaje de izquierda, e implicar a una publicación, tiene una doble intención.
No soy una “llamada reportera”, ni me hago pasar por periodista, años de estudio con una licenciatura en Multimedia Journalism, me avalan, mi trayectoria profesional se remonta a años de labor periodística en prensa, radio y televisión.
He trabajado en los tres periódicos de habla hispana, más importantes del sur de la Florida, en radio y televisión en WPTV de West Palm Beach, participé como el único medio hispano en el juicio contra William Smith Kennedy, en el debate presidencial entre Obama y Mitt Romney en 2012 en la Universidad Lynn, Boca Raton, y transmití para Radio WADO 1280 AM en Nueva York y el juicio contra el expresidente de Panamá Manuel Noriega en 2010, demuestran que no soy una improvisada.
Mi compromiso como periodista ha sido, y seguirá siendo, el de informar con rigor y responsabilidad. La crítica es bienvenida cuando es constructiva, pero distorsionar la realidad para desprestigiar a alguien no contribuye a una discusión saludable ni a una comunidad cohesionada. Darle voz a los que no tienen voz.
