Bad Bunny encabezará el show de medio tiempo del Super Bowl en California
El anuncio fue realizado este domingo por la NFL

SANTA CLARA, Calif. — El fenómeno mundial del trap latino y reguetón, Bad Bunny, será el encargado de encender el escenario más grande del deporte estadounidense: el artista puertorriqueño encabezará el espectáculo de medio tiempo del Super Bowl, que se celebrará el próximo 8 de febrero en el Levi’s Stadium de Santa Clara, California.
El anuncio fue realizado este domingo por la NFL, Apple Music y Roc Nation, confirmando que el ganador de tres premios Grammy y 12 Latin Grammy se convertirá en el primer artista puertorriqueño en liderar el emblemático show.
La noticia llega en un momento cumbre de la carrera del cantante, cuyo verdadero nombre es Benito Antonio Martínez Ocasio. En septiembre cerró una residencia histórica en Puerto Rico que atrajo a más de medio millón de fanáticos y se perfila como la gran figura de los Latin Grammy 2025, con 12 nominaciones que lo sitúan a la cabeza de la lista.
“Lo que siento va más allá de mí mismo”, expresó Bad Bunny en un comunicado. “Es por los que vinieron antes, por mi gente, mi cultura y nuestra historia. Ve y dile a tu abuela, que seremos el HALFTIME SHOW DEL SUPER BOWL”.
El fundador de Roc Nation, Jay-Z, destacó la magnitud del logro: “Lo que Bad Bunny ha hecho y continúa haciendo por Puerto Rico es verdaderamente inspirador. Es un honor tenerlo en el escenario más grande del mundo”.
Con álbumes como Un Verano Sin Ti, uno de los más reproducidos globalmente, el artista se ha consolidado como embajador de la música latina. Además de su faceta musical, ha incursionado en Hollywood con papeles en películas como Bullet Train y Happy Gilmore 2, y ha colaborado con reconocidas casas de moda internacionales.
El espectáculo contará con la producción ejecutiva de Roc Nation y del ganador del Emmy Jesse Collins, bajo la dirección de Hamish Hamilton.
El reto será grande: la actuación del año pasado, a cargo de Kendrick Lamar junto a SZA en Nueva Orleans, alcanzó los 133,5 millones de espectadores, convirtiéndose en el show de medio tiempo más visto en la historia del Super Bowl.