Estados Unidos deporta a la jueza cubana Melody González Pedraza fue rechazada la petición de asilo
La administración estadounidense envía un mensaje claro: los programas humanitarios no podrán ser utilizados como vía de escape por funcionarios vinculados a la maquinaria represiva cubana

Washington/La Habana — Estados Unidos ejecutó este jueves la deportación de la jueza cubana Melody González Pedraza hacia La Habana, tras permanecer 484 días bajo custodia en centros del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). La decisión se produjo luego de que su solicitud de asilo político fuera rechazada y la orden judicial en su contra quedara firme.
González Pedraza ingresó en territorio estadounidense el 30 de mayo de 2024, proveniente de Cuba, en un vuelo como beneficiaria del programa de parole humanitario impulsado por la administración de Joe Biden. Sin embargo, fue detenida de inmediato en el aeropuerto de Tampa, donde se le negó la entrada debido a su historial como funcionaria judicial en la isla.
La magistrada solicitó asilo, pero su petición fue denegada en mayo de 2025 por un juez de inmigración en Pompano Beach. Al no apelar la decisión, el fallo se volvió definitivo.
Un caso marcado por la polémica
El nombre de González Pedraza cobró notoriedad internacional semanas antes de salir de Cuba, cuando firmó sentencias de tres y cuatro años de prisión contra cuatro jóvenes acusados de lanzar cócteles Molotov contra propiedades de policías y agentes de la seguridad del Estado en Encrucijada, Villa Clara.
Los condenados, ninguno mayor de 30 años, fueron procesados en un juicio cuestionado por organizaciones internacionales que denunciaron la ausencia de pruebas independientes y garantías de debido proceso.
Desde Cuba, familiares de los acusados criticaron duramente a la jueza. “Fue un juicio manipulado. No existía una sola prueba contra los jóvenes. Ella intentó fabricarlas, pero no lo logró”, declaró Dunia Marisol Rodríguez Milián, madre de uno de los condenados.
Denuncias en el exilio
En Estados Unidos, exiliados cubanos presentaron varias denuncias contra la ex magistrada, las cuales resultaron determinantes en el proceso que concluyó con su deportación. “Se hizo justicia parcial. Ella debería ser juzgada en Cuba por sus abusos, pero con un gobierno democrático”, afirmó Samuel Rodríguez Ferrer, testigo clave en el caso.
Deportación familiar
Junto con González Pedraza, también fueron deportados su esposo, William Hernández Carra zana, y su hermano, Ruber González Pedraza, quienes llegaron a EE. UU. en las mismas fechas. Ambos fueron señalados por colaborar con el régimen cubano. En el caso de Ruber, se documentó que había difundido propaganda oficialista en redes sociales antes de borrar su historial.
Señal política de Washington
Con esta medida, la administración estadounidense envía un mensaje claro: los programas humanitarios no podrán ser utilizados como vía de escape por funcionarios vinculados a la maquinaria represiva cubana.