EE.UU. despliega destructores frente a Venezuela en nueva ofensiva contra cárteles
Los buques USS Gravely, USS Jason Dunham y USS Sampson llegarán en los próximos días a la región

WASHINGTON — El gobierno de Estados Unidos ha ordenado el despliegue de tres destructores con sistema de misiles guiados Aegis frente a las costas de Venezuela, como parte de la ofensiva del presidente Donald Trump contra las organizaciones criminales latinoamericanas que considera responsables del flujo de fentanilo y otras drogas hacia territorio estadounidense.
Según un funcionario estadounidense con conocimiento del plan, los buques USS Gravely, USS Jason Dunham y USS Sampson llegarán en los próximos días a la región. Un portavoz del Departamento de Defensa confirmó que la misión tendrá una duración de “varios meses” y forma parte de las operaciones de interdicción antinarcóticos.
El movimiento militar ocurre mientras Trump intensifica su retórica contra los cárteles de la región y presiona a México para reforzar la cooperación en seguridad. Sin embargo, la presidenta Claudia Sheinbaum ha rechazado cualquier insinuación de intervención extranjera en territorio mexicano, defendiendo la soberanía nacional.
En febrero, la administración republicana de Trump designó a organizaciones como el Tren de Aragua de Venezuela, la MS-13 de El Salvador y seis grupos mexicanos como organizaciones terroristas extranjeras, una clasificación usualmente reservada para grupos como Al Qaeda o el Estado Islámico. Washington sostiene que el alcance internacional de estas redes —tráfico de drogas, contrabando de migrantes y violencia territorial— justifica la medida.
Paralelamente, el gobierno estadounidense duplicó este mes la recompensa por la captura del presidente venezolano Nicolás Maduro, elevándola a 50 millones de dólares, acusándolo de liderar una de las redes de narcotráfico más grandes del mundo.
Respuesta de Caracas
El canciller Yván Gil rechazó las acusaciones de Washington y las calificó de “prueba del fracaso de sus políticas en la región”.
“Mientras Washington amenaza, Venezuela avanza en paz y soberanía”, dijo Gil, asegurando que la verdadera eficacia contra el crimen radica en respetar la independencia de los pueblos.
Por su parte, Maduro denunció un aumento de las “amenazas imperiales” y anunció el despliegue de más de 4,5 millones de milicianos en todo el país para reforzar la defensa nacional. “El imperio se ha vuelto loco y renueva sus amenazas contra la paz de Venezuela”, afirmó en un acto en Caracas.
Maduro fue acusado en una corte federal de Nueva York en 2020 por cargos de narcoterrorismo y conspiración para importar cocaína a Estados Unidos. En ese entonces, la recompensa por su captura era de 15 millones de dólares.
La oficina de prensa del gobierno venezolano no respondió a solicitudes de comentarios sobre la llegada de los destructores.