Las abrasadoras temperaturas del césped artificial en California cuestionan su viabilidad en regiones húmedas como Florida
El césped natural mantenía consistentemente temperaturas más frescas

Si bien el césped artificial y los xerojardines con abundantes rocas se comercializan como alternativas a los céspedes tradicionales debido a su bajo mantenimiento y resistencia a la sequía, una investigación realizada por científicos de University of Florida revela que implican costos ambientales y de seguridad pública inesperados. Una ley recientemente promulgada en Florida, vigente desde el 1 de julio, prohíbe a los gobiernos locales restringir la instalación de césped sintético en ciertas viviendas unifamiliares. Este cambio podría facilitar la instalación de este tipo de césped y alentar a los propietarios a reemplazar el césped natural por alternativas sintéticas, especialmente en comunidades que antes estaban limitadas por ordenanzas locales.
Sin embargo, los científicos especializados en césped del Institute of Food and Agricultural Sciences de UF (UF/IFAS) advierten que la transición al césped sintético puede tener un alto costo, según un estudio reciente.
“En los días más calurosos del verano, las superficies de césped artificial pueden alcanzar temperaturas abrasadoras de 79°C (174°F), lo suficientemente altas como para causar quemaduras en la piel humana”, explicó Marco Schiavon, profesor adjunto de horticultura ambiental y ciencias del césped en el Centro de Investigación y Educación de UF/IFAS en Fort Lauderdale. “Mientras tanto, el césped natural se mantiene a una temperatura más manejable, cercana a los 39°C (102°F), gracias a la evapotranspiración y la sombra”.
Esta impactante diferencia de temperatura es la base de su investigación más reciente, la cual destacó cuando fue invitado a presentarla en la Conferencia Internacional de Investigación sobre Céspedes, celebrada este mes en Japón, ante 500 de los principales científicos especializados en césped de todo el mundo.
Schiavon descubrió que el césped natural mantenía consistentemente temperaturas más frescas, a menudo más de 10 °C (18 °F) por debajo de las registradas en jardines sintéticos y xerojardines con escasez de agua.
Para el estudio, se analizaron las temperaturas superficiales en 200 campos deportivos y 210 jardines residenciales del sur de California. Sus hallazgos han recibido atención internacional.
Florida no es como California. Nuestro estado es más lluvioso, húmedo y propenso a inundaciones más que a sequías, anotó. Pero a medida que más floridanos consideran reemplazar el césped con xerojardines de rocas o césped artificial para «ahorrar agua» o reducir su mantenimiento, este estudio ofrece una advertencia.
«El césped natural ayuda a refrescar el aire y la superficie alrededor de las casas y los espacios públicos», explicó Schiavon. «En el clima húmedo característico de Florida, remover el césped puede hacer que los patios y los vecindarios se sientan más cálidos, especialmente en ciudades propensas al efecto isla de calor urbano».
A diferencia de California, Florida no ha implementado reembolsos generalizados por la remoción del césped ni restricciones de riego. Sin embargo, algunos municipios están promoviendo el uso de plantas nativas y técnicas de paisajismo sostenibles que requieren poco o ningún riego, en previsión de futuros problemas con este recurso.
En California, Schiavon y su equipo incluso descubrieron que todos los campos deportivos que cuentan con césped artificial eran regados únicamente para que pudieran ser utilizables durante el verano, lo que podría anular el ahorro de agua que a menudo se utiliza para justificar la remoción del césped natural. Aunque los xerojardines requieren un riego mínimo, sus temperaturas superficiales pueden superar en hasta 30 °C (54 °F) las de los jardines con césped natural.
«Las personas asumen que el césped artificial y los xerojardines son siempre más sostenibles», anotó Schiavon. «Pero el impacto térmico puede ser considerable y, en algunos casos, los propietarios terminan regando el césped artificial para hacerlo tolerable, lo cual contradice su propósito».
Además, es importante resaltar que los xerojardines no son una solución universal. Estos paisajes compuestos principalmente por rocas o mantillo resultaron mucho más cálidos que aquellos con mayor cobertura vegetal. Sin embargo, el estudio no pudo aislar estos efectos debido a las limitaciones de las imágenes aéreas, lo que resalta la necesidad de más investigación sobre el diseño de xerojardines.
Los hallazgos del estudio pueden orientar a propietarios de viviendas, paisajistas y responsables de planificación en Florida al tomar decisiones sobre el uso del paisaje. En el clima subtropical de Florida, el enfoque de Florida-Friendly Landscaping™, promovido por la Extensión de UF/IFAS, puede ofrecer lo mejor de ambos mundos: ahorro de agua y alivio térmico. Este programa fomenta el uso de especies de césped tolerantes a la sequía, mantillo, plantas nativas y sistemas de riego eficientes, en lugar de eliminar por completo el césped natural.
«El césped no tiene por qué ser un desperdicio», concluyó Schiavon. «Con las especies adecuadas y un riego inteligente, el césped puede ayudar a refrescar los vecindarios, mejorar la calidad del aire y favorecer el disfrute al aire libre, incluso a medida que aumentan las temperaturas».